El Tarot ha tenido su importancia en la literatura, e Ítalo Calvino es uno de esos autores que maneja a los personajes con maestría, a los que lleva por un camino o un destino señalado y marcado. En El castillo de los destinos cruzados, libro fascinante, se realiza un análisis del mundo de la cartomancia. La historia, o el argumento, sigue paralelo a la un mazo de cartas del Tarot, en un orden determinado, de manera que los personajes se amolden a sus características y ensamblen su historia atendiendo a las cartas que les preceden y siguen.
Para llevar a cabo este proyecto tiene en cuenta las cartas del Tarot de Visconti y las del Tarot de Marsella. Sabemos que los personajes de estas cartas tienen una simbología definida: la reina, la estrella, la papisa, el diablo, la torre.
El narrador nos arrastra al juego, como si fuese una tirada que leer, tenemos que penetrar a través del bosque, hasta el territorio mágico en el que se nos despoja de todo lo vivido… es el momento en el que (así aparece reflejado en la historia) cuando el personaje el castellano, coloca la baraja de cartas boca arriba e inicia la partida.
Cada una de las cartas que levanta el personaje forjará su destino, algunos anulan a otros, los hay que se fusionan, y otros nacen en ese momento. Todos los personajes sucumben al magnetismo de las cartas que succiona las historias y las coloca encima de la mesa…y no cuento más, lo dicho El castillo de los destinos cruzados es un libro fascinante para los amantes de la literatura…y del Tarot.