La cruz simboliza el cruce de dos energías que se encuentran en un punto, una horizontal y otra vertical. El punto de unión representa un vínculo religioso, la unión del consultante con su Dios (cualquiera que sea su religión). Las creencias religiosas de este consultante pesan mucho en sus decisiones y se debate constantemente entre los aspectos prácticos y pragmáticos de la vida, la fe y lo espiritual. Es una persona a quien esta confusión le atormenta frecuentemente.
Entre todas las cartas del Tarot encontramos arcanos donde aparecen cruces propiamente dichas o otras que forman los personajes con sus cuerpos, por ejemplo El Emperador forma una cruz con sus piernas, pero es una cruz asimétrica e indirecta mientras que en El Colgado son cruces de brazos simétricos.
La cruz significa una vifurcación, una elección de un camino a seguir. Si aparece en una consulta podría indicar que el consultante está indeciso y desorientado en cualquier plano, puede ser en el amor, el trabajo o cualquier otro aspecto de su vida. A esta persona le gusta el poder y la fama y quiere orientarse hacia ello, pero siente que entra en contradicciones con sus principios religiosos de humildad y sencillez.
En el caso de El Emperador, la cruz simboliza el espíritu sobre la materia representada el la esfera que soporta la cruz, icono que se repite en La Emperatriz. Cuando en una tirada del tarot aparece la cruz insistentemente simboliza indecisión y luchas internas, pero materialmente, a la persona le puede ir bien, esta bien aspectado, posee reconocimiento dentro de su entorno pero interiormente tiene dudas, está en el medio de varias vías.
