Cuando nos referimos a los elementos del Tarot, estamos hablando de los elementos que son parte fundamental de la naturaleza y que posibilitan la vida en el planeta: tierra, aire, fuego y agua.
Desde que se tiene conocimiento del Tarot, éste se ha asociado a las habilidades adivinatorias de algunas personas asociadas a un nivel etéreo pero cuando se trata de traer la interpretación de las cartas a un nivel más concreto, los elementos toman protagonismo y entran en juego dentro de la lectura de las barajas del Tarot.
Dentro de los elementos, fuego y agua se consideran opuestos al igual que tierra y aires también lo son. El resto de las combinaciones posibles son más armónicas.
Estos elementos están también asociados a la Astrología y describen aspectos básicos de la personalidad de los individuos, es por ello que los elementos suponen cierta trascendencia en la vida de los consultantes e impregnan las cartas de determinados significados según sea el elemento dominante en la tirada.
En el mundo occidental se asume, además, un quinto elemento (la quintaesencia) referida al alma o el espíritu de un individuo. La quintaesencia no tiene representación con los Arcanos Menores.
Los elementos están asociados, en el Tarot, a los Arcanos Menores, a los cuatro palos de estos arcanos:
- Los Oros están asociados al elemento Fuego.
- Los Bastos están asociados al elemento Tierra.
- Las Espadas están asociadas al elemento Aire.
- Las Copas están asociadas al elemento Agua.
En estas asociaciones existe una controversia pues algunos autores vinculan los Bastos al fuego y los Oros a la tierra, pero la corriente más actual defiende la primera interpretación.