El agua es el principio de todo, algunas mitologías se basan en que el agua es anterior, inclusive al astro rey, el sol y a la madre Tierra, y aseguran que ambos se originaron del agua.
Más asociados al conocimiento, los antiguos sabios dividieron el agua en dos, por una parte identificaron el agua suspendida en el aire y la «bóveda celeste» (aguas superiores) y otras aguas que subyacen por debajo de la Tierra, océanos, lagos y manantiales que identificaron como aguas inferiores.
Posteriormente, el agua formó parte de los cuatro elementos de la naturaleza junto al fuego, aire y tierra. El agua está asociada al ámbito de los sentimientos, es el primer elemento que los seres humanos, desde las más antiguas civilizaciones, hemos buscado para la purificación y el renacimiento interior y espiritual.
El agua representa el balance, en exceso rebasa y su carencia ha sido considerada una maldición de los Dioses desde miles de años.
En las cartas del tarot el agua aparece en la carta del Arcano Mayor XIIII La Templanza y en la XVII La Estrella. En la primera el agua se vacía entre dos vasijas y en la segunda el agua vuelve a su cauce a través de un cauce emergido.
Cuando el agua aparece en una tirada del tarot simboliza energía que puede ser enfocada de muchas maneras, si la tirada está mal aspectada, es decir, que el consultante tiene muchos problemas, el agua simboliza su necesidad de un cambio para poder seguir adelante, podría estar aguantando una mala situación guardando silencio y necesita, de alguna manera quitarse esa carga de sus espaldas. También puede simbolizar una culpa que el consultante necesita descargar y dejar ir, o sus pensamiento negativos que desea eliminar y limpiar su alma. El agua es renovación de la energía interior.