Tarot y memoria colectiva

El Tarot Waite-Rider es el Tarot más popular junto al de Marsella. Las cartas fueron dibujadas en 1909 por la ilustradora Pamela Colman Smith, y de las instrucciones se encargó el académico y místico Arthur Edward Waite.

Las imágenes pueden ser engañosas, porque parecen muy infantiles, nada más lejos de la realidad, los detalles y los fondos tienen una gran cantidad de simbolismo. Los símbolos utilizados están influenciados de forma directa por el mago del siglo XIX y ocultista Eliphas Levi. De hecho los Arcanos Menores tienen tanta relevancia en el detalle de su representación como los Mayores. Cumple las funciones de ser moderno, claro y dinámico.

Refleja las ideas místicas y filosóficas de uno de los grupos de pensamiento iniciático más influyentes del siglo pasado: el Golden Dawn (Amanacer Dorado) de Londres, gurpo al que pertenecieron, entre otras figuras, Arthur Conan Doyle, Yeats y el infame mago y satanista Aleister Crowley.

Arthur Edward Waite (1857-1942), miembro del Golden Dawn, en oposición a la escuela de Crowley, intentaba encontrar una mezcla entre la racionalidad y las escuelas mágicas. Fruto de esta reflexión es su obra sobre el Tarot: Claves pictóricas del Tarot (Pictorial Key to the Tarot) de 1910. En este ensayo se cuestiona el origen egipcio y místico del Tarot, situando su origen en el siglo XVI, como una representación simbólica de la memoria colectiva de la humanidad, de las fuerzas que yacen en el inconsciente, en el lenguaje en que nos hablan los sueños. Para Waite, el Tarot es una herramienta de autoconocimiento.

Esta baraja está en la actualidad inmersa en una batalla legal de derechos de autor y ha sido utilizada muchas veces en el cine, como cartel anunciador de películas, y en la industria discográfica.

Compartir en: Twittericono twitter Facebookicono facebook Pinteresticono pinterest

También te puede interesar